Todos los grandes acontecimientos traen consigo la publicación de datos e informaciones que se alejan en mayor o menor medida de lo ocurrido. Grandes mitos pueden convertirse en realidad haciendo uso del sistema de publicación adecuado, lo que sin duda se ve multiplicado de forma exponencial desde la aparición y desarrollo de las redes sociales en Internet.
No se libra tampoco la última gran catástrofe natural: el huracán Sandy, que está paralizando durante estos días a la que es la primera gran potencia mundial, hasta el límite (impensable en cualquier país y muy especialmente en los Estados Unidos) de incluso influenciar hasta llegar a paralizar las elecciones a la presidencia de dicha nación.
Informaciones falsas acerca de los sucesos se multiplican por la red, sobre todo la de habla inglesa. Pero también hasta nuestros oídos llegan los ecos de las mentiras disfrazadas en forma de texto o de imagen. Y es que las imágenes son también víctimas del vandalismo digital, y la gente no teme en banalizar un tema tan humano como el de una catástrofe natural de tamañas dimensiones.