Terra Nullius

Desde su nombre hasta su soberanía, todo es disputado acerca de las islas Senkaku o Diaoyutai, como le llaman cada uno de los gobiernos que reclaman su poder sobre estos territorios: Japón y China, respectivamente. Realmente es complicado entender quién es el legítimo soberano entre los dos bandos asiáticos, puesto que echando la vista hacia atrás queda claro que la historia de estas islas ha sido siempre muy convulsa y, de hecho, nunca ha sido gobernada durante mucho tiempo por ninguna fuerza política. Es por esta razón por la que hemos dado en titular este artículo como «Terra Nullius» o Tierra de Nadie.

No es la primera vez que algo similar ocurre a lo largo de historia del mundo, sin embargo estas cinco islas (cinco islas principales, varias de menor relevancia, y algunos peñascos, son los que componen el archipiélago) han traído mucha más cola de lo habitual. Sin población y con una superficie total de tan sólo 7 kilómetros cuadrados, parece que la disputa acerca de este territorio viene fundado en el interés económico. Y es que no es sólo que sus aguas marítimas sean muy ricas para la pesca, sino que además algunas de sus islas parecen albergar potenciales yacimientos de hidrocarburos.

Los primeros datos que se conservan sobre las islas datan de la etapa de la Dinastía Ming de China (del siglo XIV al XVII), donde las referencias acerca de ellas eran concebidas bajo el nombre de «Diaoyudao», de donde vendría su evolución hasta el actual «Diaoyutai». Así se iniciaría una historia en la que se documentan diversas invasiones, cesiones, compra-ventas e incluso alquileres de las islas. Todo por el control de sus fértiles aguas.

Pero ya no es sólo eso. La relevancia de estas islas viene apoyada, además de por las razones económicas que mencionábamos con anterioridad, por razones estratégicas, puesto que el archipiélago se sitúa en una zona privilegiada dentro del territorio asiático. El interés aquí ya no recae únicamente en los gobiernos de China, Taiwan y Japón, sino también en Estados Unidos que, una vez más en la historia, no ha perdido la oportunidad de participar en la disputa geopolítica de otros países. En este caso, el apoyo del país norteamericano ha estado claramente orientado al gobierno nipón.

El Portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Embajada de la República Popular de China en España, Hong Lei, ha reiterado en diversas conferencias de prensa, «la posición solemne del Gobierno chino sobre el asunto de las Islas Diaoyu y la firme voluntad de salvaguardar la soberanía territorial del país».  En sus declaraciones, también ha hecho incapié en que China «ha instado a la parte japonesa a que rectifique sus errores, emprenda un nuevo camino y haga efectivos esfuerzos por manejar adecuadamente el problema actual». Por su parte, el gobierno de Japón, en palabras de su Ministro de Asuntos Exteriores, Koichiro Gemba, ha manifestado en diversas ocasiones que la posición del país es que «no existe la disputa sobre la soberanía de las islas Senkaku/Diaoyu», pero que aún así «buscarían vías pacíficas para calmar la situación».

Las convulsas relaciones entre los dos países asiáticos han provocado una situación de importante desequilibrio en el conjunto de sus sociedades, originando un declarado choque entre ambos pueblos y culturas. Hecho remarcado especialmente por el rechazo de China hacia la comunidad nipona, y que ha generado importantes conflictos sociales, económicos, políticos y culturales entre ambas naciones desde hace años, y que todavía perduran en la actualidad.